Cristina Pérez Gálvez - El Correo de Andalucía - 23/11/2010
Abril de 2007, el por aquel entonces candidato a la alcaldía de Tomares, José Luis Sanz, se saca de la manga una propuesta ‘original’ enmarcada en el programa electoral del Partido Popular de cara a las elecciones que se iban a celebrar en mayo de aquél mismo año.
La propuesta de teleférico, original e imaginativa para algunos, peregrina y quimérica, para otros, consiguió el fin que perseguían sus promotores, que un José Luis Sanz desconocido en el pueblo, que había dedicado toda su vida a hacer carrera interna en el Partido Popular andaluz, desde sus inicios en Nuevas Generaciones, tuviera el trampolín que necesitaba para que se hablara de él en los medios de comunicación de Sevilla, llegando a dar el salto a medios nacionales e, incluso, internacionales.
Daba igual que Antonio Burgos (nada sospechoso de hacer campaña a favor del PSOE) calificara la propuesta de “chorrada teleférica”, ni importaba que en los medios nacionales la incluyeran entre las propuestas más insólitas y disparatadas de la campaña electoral, o que en algún medio internacional la destacaran titulando “Propuestas estrafalarias buscan convencer votantes en España”. “Que hablen de uno, aunque sea bien” reza la máxima que ha presidido siempre las decisiones del sr. Sanz. Y la verdad es que no le ha ido del todo mal. Aunque, en mi opinión, como decía Abraham Lincoln, “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo.” Creo que el Sr. Sanz ya ha engañado a los tomareños y tomareñas bastante.
Los vecinos de Tomares, atenazados por sus problemas de movilidad, decidieron darle una oportunidad a la “chorrada teleférica” del sr. Sanz y, la verdad, no los culpo por ello.
Han pasado casi cuatro años de aquello. El sr. Sanz ha tenido mucho tiempo para demostrarnos a los ciudadanos y ciudadanas de Tomares que no iba de farol.
No es el único caso, el PP de Tomares acudió a las pasadas municipales con once propuestas en materia de tráfico y transporte público, la mayor parte de las cuales ha sido incapaz de cumplir a día de hoy. Ni los microbuses ecológicos, ni los ascensores y escaleras mecánicas, ni los aparcamientos que prometió. Al sr. Sanz se le acaba el tiempo y la credibilidad.
¿Será quizás porque el sr. Sanz no le dedica el suficiente tiempo a una alcaldía que para él no es más que un trampolín para hacer carrera dentro del PP andaluz? Basta mirar el lema de los carteles que ha colgado: “Trabajando cerca de ti”. Y aunque no sirva de precedente, por una vez ha dicho la verdad: gobierna cerca de Tomares: concretamente, a 10 kilómetros, desde la sede del PP en la calle San Fernando.
Con su credibilidad política por los suelos, el sr. Sanz no tuvo más remedio que presentar el pasado lunes 8 de noviembre, de nuevo, su propuesta de teleférico para Tomares, intentando volver a sacar rentabilidad de cara a las elecciones municipales del año próximo.
Y no voy a entrar en detalles técnicos, como que su coste, de 20 millones de euros para un recorrido de menos de 2 kilómetros y medio, o que serían necesarias 30 cabinas que pasaran cada 30 segundos, para cumplir con sus cálculos, o que la propuesta no tiene en cuenta el caos circulatorio y de falta de aparcamientos que pueden representar las 3.500 personas que, según sus números, van a hacer uso cada hora de este extravagante medio de transporte. La verdad es que todo esto es lo de menos, porque el sr. Sanz sabe de sobra que nunca ha tenido la intención de construir su teleférico, ni nunca lo va a hacer. Se trata tan sólo de una estrategia de comunicación, de una fórmula que le sirve para que se hable de él y para enfrentarse a la Junta de Andalucía y hacer méritos con su presidente, el sr. Arenas.
Y estaría dispuesta a creer al sr. Sanz si, en vez de perder estos 4 años, hubiera invertido su tiempo en intentar negociar la propuesta con la Junta de Andalucía (que el alcalde de Tomares pretende que sean quienes paguen el proyecto), o con el Ayuntamiento de Sevilla, donde debe aterrizar su “chorrada teleférica”. El sr. Sanz no ha hecho nada de nada en este tiempo. Bueno, sí. Sí que ha hecho una cosa. Ha bloqueado la única propuesta seria y real que había sobre la mesa: un travía con capacidad para más de 200 usuarios por vehículo que uniera Tomares con la red de Metro de Sevilla. Un propuesta que empieza ya a ser una realidad en Dos Hermanas y Alcalá y que, para el Partido Popular, es una alternativa fantástica en Cádiz y Granada. Sin embargo, lo que el PP considera que es bueno para los ciudadanos y ciudadanas de Cádiz o Granada, e incluso Sevilla capital, no es bueno para los vecinos de Tomares.
No quiero extenderme mucho más, pero quiero aprovechar las última líneas de este artículo para lanzar un mensaje de esperanza a los vecinos y vecinas de Tomares.
Existe un esperanza para volver a creer en la política. Si el sr. Sanz ha utilizado Tomares como trampolín para hacer carrera política en el PP andaluz, y lo menos que le ha importado ha sido Tomares y los tomareños y tomareñas, el año que viene van a tener en sus manos la posibilidad de poner en la alcaldía de Tomares a responsables políticos que no piensen que todo vale para ganar unas elecciones.
A diferencia de este señor, existimos personas (la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas que habitamos Tomares) que sentimos, vivimos y queremos a nuestro pueblo y a nuestras gentes.
En nuestro caso concreto, para los militantes del PSOE de Tomares ningún cartel, ninguna campaña publicitaria, ningún slogan puede sustituir nuestro compromiso con nuestro pueblo; en el que nos hemos criado, en el que hemos estudiado, en el que hemos trabajado y en el que hemos desarrollado nuestras vidas.
Y nos merecemos mucho más que se hable siempre de nosotros como el pueblo donde el sr. Sanz se saca, como quien saca un conejo de la chistera, cada vez que hay elecciones, su “chorrada teleférica”. Por favor, no nos siga tomando por tontos.
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