viernes, 22 de febrero de 2008

VICTORIA INAPELABLE DE SOLBES FRENTE A PIZARRO

EXPANSIÓN. MARTÍ SABALLS. 22/02/2008

Era la imagen del profesor frente al estudiante de primera fila, listillo y un poco díscolo, que quiere importunar pero que nunca se sale con la suya. Un Solbes tranquilo y pedagógico ha ganado por goleada a un Pizarro que ha desaprovechado todas las oportunidades que tenía y ha acabado liándose hablando de peces y panes. Ya empézó mal Pizarro citando a Lucas Mayada y los "Males de la Patria" y casi acabando con Joaquín Costa y "Escuela y despensa". Nervioso, con cara de mala uva todo el rato e incapaz de ofrecer argumentos serios (¡que los tenía!), el candidato del PP lo ha intentado, pero no lo ha logrado.

Solbes ha querido demostrar que hoy España está mejor que hace cuatro años. Ha sido su mensaje repetitivo. Pizarro ha defendido que España no tiene confianza hoy en su futuro y que el PSOE ha desaprovechado una oportunidad histórica. Solbes ha comparado cifras, ha comparado España con el resto de Europa y ha acertado (una pena que no lo haya desarrollado) que hay que ver los activos de las familias, no sólo los pasivos. Y ha reconocido que hay una desaceleración. Pizarro ha perdido claramente al no responder el cuestionamiento de Solbes sobre las declaraciones de Zaplana y el estado del sistema financiero, que tan bien conoce Pizarro. De Mariano Rubio, mencionado por Pizarro, ya nadie se acuerda.

Solbes le mete otro gol a Pizarro al comparar la situación de los precios del petróleo en 2004 y ahora, comparando distintas coyunturas internacionales. En la discusión sobre el empleo, pesan mucho más las cifras de 3 millones creados estos 4 años que la caída del paro de enero. Pizarro acierta con las referencias al diferencial al bono alemán, pero salvo cuatro expertos, nadie debía entenderlo. Solbes reacciona a la crítica sobre el modelo de país y el tema de la vivienda, diciendo que las bases de la burbuja (no lo menciona así), las puso el PP.

Pizarro mejora en la segunda parte del debate, a pesar de que Solbes empieza bien con los datos de aumento de renta per cápita. Luego Pizarro reacciona cuando entra en los problemas de hipotecas (¡grave error no seguir con este tema. Tenía petróleo que no explotó!). Con las cifras del CIS logra recuperarse, sin que Solbes -a pesar de realizar la distinción entre situación país y ciudadanos- compense la crítica. Aquí Pizarro perdió la oportunidad de poder remontar y fue incapaz de romper el uppercut de Solbes con la propuesta fiscal de Pizarro de eliminar los impuestos por debajo de 16.000 euros y el dinero que el Estado debería ingresar.

Desde entonces, Pizarro entró en un periodo de demagogia que Solbes constató. Pizarro responde sobre las posibilidades de reducción de gastos de la administración citando las reformas de Bermejo, ANV y ETA, la supresión del ministerio de la Vivienda. Fue el peor momento de Pizarro (junto con la parte final). Solbes vuelve a recuperar la iniciativa al hablar de pensiones

El debate entra entonces en un periodo donde el profesor ya perdona a su "alumno". "Hay españoles que no tienen dinero. Hay españoles que no tienen bolsillo", le dice. Pizarro se enrolla excesivamente con la energía y habla de El Gornal (la gente no sabe qué es) y el AVE. Busca la Comunidad de Madrid como ejemplo de las cosas que funcionan. Está bien para un debate en Madrid; pero las elecciones se celebran en España. En fin, mucho blabla por parte de los dos en I+D+i, aunque vuelve a ganar Solbes al decir que se ha duplicado el porcentaje que se dedica al PIB del 0,5% al 1%. Solbes gana la batalla de los gráficos y Pizarro se hunde definitivamente cuando mezcla churras con merinas y pregunta "¿apoyan ustedes la familia?"

Las conclusiones finales, un Pizarro ya derrotado apela a "nuestro líder Mariano Rajoy", a pactos de consenso, y a los principios de la transición. Solbes ofrece un mensaje de tranquilidad y confianza, que a mi no me deja nada tranquilo; pero, a sus votantes seguro que sí.

Como resumen: Solbes estuvo en su línea y Pizarro perdió una gran oportunidad. Sólo se mencionaron las hipotecas una vez y nadie habló de bolsa. ¿Qué dirán los 8 millones de españoles que invierten?

Ahora, vuestro turno. ¿quién ganó?

jueves, 21 de febrero de 2008

DE LAICOS, LAICISTAS Y ACONFESIONALES

Mi amigo Javier Otaola escribe en su Blog, NONOBSTANTE, un comentario a la entrada anterior titulada “Sevilla Laica” que tengo que agradecerle, porque me sugiere aspectos en los que no había reparado con anterioridad. Su comentario es el siguiente:


“Me gusta el documento pero se me ocurren dos objeciones, (1) ¿la laicidad es
una condición que se predica del Estado o de la Sociedad? ¿Qué significa exactamente que la "sociedad es laica"?
Desde mi punto de vista decir que una sociedad es laica no tiene sentido: la sociedad será "a pro rata" agnóstica, atea, católica, musulmana o lo que sea pero la laicidad como regla institucional no es aplicable a "lo social", sino sólo al discurso político. Si los entes colectivos carecen de conciencia propia tampoco "La Sociedad" pude tener una conciencia laica. La Metereología como ciencia es laica, pero un metereólogo puede ser católico, protestante, musulmán, judío, ateo, agnóstico...y la sociedad o el colectivo de los metereólogos será lo que sean aquellos.
(2) ¿Por qué el Derecho Público no puede reconocer institucionalmente a las religiones organizadas como interlocución en aquello que pueda ser de interés mutuo? Incluso en Francia -modelo de laicidad- se produce ese reconocimiento, vg: Consejo Musulmán de Francia...también en Turquía existe una Dirección de Asuntos Religiosos.
En mi opinión la laicidad es un instrumento para la libertad, pero no un fin en sí misma. Es más, hay Estados que han creado regímenes de libertad sin pasar por la laicidad: vg: Reino Unido, Holanda, Dinamarca, Suecia, Japón...”


Ante esto debo decir que, a la primera objeción, debemos tener en cuenta lo que el diccionario entiende por sociedad:

"1. Reunión mayor o menor de personas, familias, pueblos o naciones. 2. Agrupación natural o pactada de personas, que constituyen unidad distinta de cada uno de sus individuos, con el fin de cumplir, mediante la mutua cooperación, todos o alguno de los fines de la vida."

Dicho esto, dependerá del conjunto de personas que cojamos al hablar de sociedad, que deberemos entender si debe o no ésta ser laica: Si hablamos de la sociedad de los católicos, evidentemente esta no será laica, sino católica, pero si hablamos de la sociedad sevillana (y lo mismo sería aplicable a la española), a la que hacía referencia el documento, en tanto en cuanto que formada por personas de distintas confesiones, ésta creo que debe ser laica, es decir, “independiente de cualquier organización o confesión religiosa” (el entrecomillado está extraído del diccionario de la RAE).

Otra cosa es que apliquemos una metonimia muy común que asimila sociedad a “sociedad civil” es decir, al “ámbito no público, sociedad de los ciudadanos y sus relaciones y actividades privadas.” Que, en tanto que privada, no va a ser nunca laica sino que, como muy bien explicas, va a ser católica, protestante, musulmana, judía, atea, agnóstica… La sociedad civil es como es, no como la queramos definir, y se expresa como convenientemente decide. Esto es lo que justifica, por ejemplo, expresiones civiles de profundo contenido religioso, como por ejemplo las procesiones de Semana Santa que tenemos en Sevilla.

De todas formas, esto apunta un problema muy común propiciado por el hecho de que solemos utilizar tres términos casi como sinónimos, cuando realmente no lo son:

Laicidad: Galicismo que no existe en el diccionario de la Real Academia, pero que, si atendemos a su origen (laïcité), vendría a designar una característica de las instituciones públicas o privadas, que según este principio son independientes de las distintas Iglesias y que también se refiere a la imparcialidad y neutralidad, en este caso del Estado, con respecto a las distintas religiones (sería casi como un sinónimo de nuestra aconfesionalidad pues observemos que, en francés, el antónimo de confesionalidad es laicidad, no a-confesionalidad).

Laicismo: Nuestro diccionario entiende el laicismo como aquella “doctrina que defiende la independencia del hombre o de la sociedad, y más particularmente del Estado, respecto de cualquier organización o confesión religiosa.” Esta definición es ambigua porque prácticamente incluye lo que entendemos por laicidad, pero está connotada de su significado original en francés, que se refiere a la doctrina que quiere excluir la religión de todas las instituciones públicas.

Aconfesionalidad: Que según la RAE sólo significa “que no pertenece o está adscrito a ninguna confesión religiosa” (significado que, como ya he comentado, es en la práctica casi sinónimo de laicidad). Es verdad que, el necesario pacto constitucional de 1979, provocó que, frente a algunos que pretendían definir el Estado español como laico, como ocurre en otras muchas Constituciones de nuestro entorno, los sectores católicos transaccionaron permitiendo que se utilizara el término aconfesional que viene a decir solamente, que no tiene una religión como propia.

La referencia al significado en francés, al que debiera la Real Academia (en una alarde de laicidad, si se me permite) adaptarse, viene dada por el hecho de que este debate nos llegó a nosotros con las ideas de la Ilustración importadas de Francia.

En cuanto al segundo punto, estoy totalmente de acuerdo contigo, independientemente de lo que exprese el manifiesto. De hecho, la Constitución dice que "los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española" y que deberán "establecer relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones". Aunque, justificando en cierto modo la redacción, creo que es un exceso que lo que realmente quiere prevenir es de la tentación tan frecuente y tan vigente de que las religiones quieran imponer sus preceptos morales al ordenamiento jurídico general.

Esto no significa que no puedan ser interlocutores. Más bien al contrario, la independencia y autonomía de los poderes públicos es la que garantiza la convivencia de todos (cristianos, judíos, musulmanes, agnósticos, ateos o cienciólogos) apoyándose en dicha capacidad mediadora.

De todas formas, como podemos ver, el tema es muy complejo y lleno de recovecos, aunque fundamental en la sociedad actual.

miércoles, 20 de febrero de 2008

MEMORIA HISTÓRICA



Rajoy prometió el pasado 26 de enero en Toledo "recuperar el espíritu de la transición" para los comicios del 2008.

Está claro que lo cumplen con creces. Aunque lo que no dicen es que la estrategia que han rescatado no es precisamente la de los "Padres de la Constitución"...
Escuchemos, si no, lo que decía el General Gutiérrez Mellado.

martes, 19 de febrero de 2008

SEVILLA LAICA


Sevilla Laica es una iniciativa para crear un grupo organizado de personas que defiendan la laicidad, entendida como el establecimiento de las condiciones jurídicas, políticas y sociales idóneas para el desarrollo pleno de la libertad de conciencia, base de los Derechos Humanos.
Nuestra asociación se define como laicista, entendiendo por laicismo la defensa del pluralismo ideológico en pie de igualdad como regla fundamental del Estado de Derecho y el estable­ci­mien­to de un marco jurídico adecuado y efectivo que lo garantice y lo proteja frente a toda inter­ferencia de instituciones religiosas que impliquen ventajas o privilegios. Por ello se alinea con el resto de las organizaciones laicistas europeas que defienden la consideración del ciudadano individual como el único titular de la libertad de conciencia y la distinción entre la esfera de lo público, que concierne a todos y a cada uno de los ciudadanos, independientemente de sus orientaciones en materia de conciencia, y la esfera de lo privado, lugar de las creencias particulares. En consecuencia, propugna la estricta separación de las iglesias y el Estado. Para el logro de una sociedad laica en un sentido genuino y pleno, nuestra asociación considera fundamentales los principios siguientes:

  1. El individuo, en tanto que ciudadano, es el único titular de la libertad de conciencia, que debe ser protegida por el ordenamiento jurídico. Toda fe o confesión religiosa es atributo de una conciencia individual, nunca de una entidad colectiva (pueblo, sociedad, estado o asociación). Es, pues, sólo la conciencia individual, tanto en la libertad de su fuero interno como en las actividades que ejerce en la vida práctica, la que tiene pleno derecho a ser protegida. Las entidades colectivas carecen de conciencia propia y no son, por lo tanto, sujetos de derecho en materia de libertad de conciencia.

  2. Los individuos miembros de entidades colectivas poseen el derecho a que se protejan sus convicciones en el espacio propio de dichas entidades, sin más límites que los principios de igualdad de todos los ciudadanos (igualdad positiva) y de orden público sin discriminaciones (igualdad negativa).

  3. Los poderes públicos, en el ámbito de su soberanía (supraestatal, estatal o intraestatal), deberán ser no confesionales y neutrales en materia religiosa. Ninguna asociación religiosa podrá recibir privilegios, excepciones o estatutos diferentes de las formas del derecho común. El Derecho Público no deberá reconocer institucionalmente las religiones. Asimismo deben mantenerse vigilantes para evitar que las organizaciones religiosas intenten presionarlos para imponer sus creencias a los ciudadanos.

  4. Los poderes públicos deberán proteger la libertad ideológica, entendida como un aspecto del derecho de los individuos a la libre conciencia sin discriminaciones de ninguna clase, no como un derecho de las confesiones religiosas.

  5. El instrumento básico para lograr una sociedad laica es la escuela pública, universal, no confesional y financiada íntegramente por el Estado. Dicha escuela deberá respetar y promover el pluralismo ideológico y la libertad de conciencia, cuya defensa debe ser uno de sus objetivos fundamentales. La enseñanza debe basarse en el hecho científico y en el humanismo, sentando las bases para una convivencia democrática entre iguales.

lunes, 18 de febrero de 2008

LAICISMO: CINCO TESIS

Fernando Savater

El debate sobre la relación entre el laicismo y la sociedad democrática actual (en España y en Europa) viene ya siendo vivo en los últimos tiempos y probablemente cobrará nuevo vigor en los que se avecinan: dentro de nuestro país, por las decisiones políticas en varios campos de litigio que previsiblemente adoptará el próximo Gobierno; y en toda Europa, a causa de los acuerdos que exige la futura Constitución europea y por la amenaza de un terrorismo vinculado ideológicamente a determinada confesión religiosa. En cuestiones como ésta, en que la ceguera pasional lleva a muchos a tomar por enemistad diabólica con Dios el veto a ciertos sacristanes y demasiados inquisidores, conviene intentar clarificar los argumentos para dar precisión a lo que se plantea. A ello y nada más quisieran contribuir las cinco tesis siguientes, que no pretenden inaugurar mediterráneos, sino sólo ayudar a no meternos en los peores charcos.
  1. Durante siglos, ha sido la tradición religiosa -institucionalizada en la iglesia oficial- la encargada de vertebrar moralmente las sociedades. Pero las democracias modernas basan sus acuerdos axiológicos en leyes y discursos legitimadores no directamente confesionales, es decir, discutibles y revocables, de aceptación en último caso voluntaria y humanamente acordada. Este marco institucional secular no excluye ni mucho menos persigue las creencias religiosas: al contrario, las protege a las unas frente a las otras. Porque la mayoría de las persecuciones religiosas han sucedido históricamente a causa de la enemistad intolerante de unas religiones contra las demás o contra los herejes. En la sociedad laica, cada iglesia debe tratar a las demás como ella misma quiere ser tratada... y no como piensa que las otras se merecen. Convertidos los dogmas en creencias particulares de los ciudadanos, pierden su obligatoriedad general pero ganan en cambio las garantías protectoras que brinda la Constitución democrática, igual para todos.
  2. En la sociedad laica tienen acogida las creencias religiosas en cuanto derecho de quienes las asumen, pero no como deber que pueda imponerse a nadie. De modo que es necesaria una disposición secularizada y tolerante de la religión, incompatible con la visión integrista que tiende a convertir los dogmas propios en obligaciones sociales para otros o para todos. Lo mismo resulta válido para las demás formas de cultura comunitaria, aunque no sean estrictamente religiosas, tal como dice Tzvetan Todorov: «Pertenecer a una comunidad es, ciertamente, un derecho del individuo pero en modo alguno un deber; las comunidades son bienvenidas en el seno de la democracia, pero sólo a condición de que no engendren desigualdades e intolerancia» (Memoria del mal).
  3. Las religiones pueden decretar para orientar a sus creyentes qué conductas son pecado, pero no están facultadas para establecer qué debe o no ser considerado legalmente delito. Y a la inversa: una conducta tipificada como delito por las leyes vigentes en la sociedad laica no puede ser justificada, ensalzada o promovida por argumentos religiosos de ningún tipo ni es atenuante para el delincuente la fe (buena o mala) que declara. De modo que si alguien apalea a su mujer para que le obedezca o apedrea al sodomita (lo mismo que si recomienda públicamente hacer tales cosas), da igual que los textos sagrados que invoca a fin de legitimar su conducta sean auténticos o apócrifos, estén bien o mal interpretados, etcétera...: en cualquier caso debe ser penalmente castigado. La legalidad establecida en la sociedad laica marca los límites socialmente aceptables dentro de los que debemos movernos todos los ciudadanos, sean cuales fueren nuestras creencias o nuestras incredulidades. Son las religiones quienes tienen que acomodarse a las leyes, nunca al revés.
  4. En la escuela pública sólo puede resultar aceptable como enseñanza lo verificable (es decir, aquello que recibe el apoyo de la realidad científicamente contrastada en el momento actual) y lo civilmente establecido como válido para todos (los derechos fundamentales de la persona constitucionalmente protegidos), no lo inverificable que aceptan como auténtico ciertas almas piadosas o las obligaciones morales fundadas en algún credo particular. La formación catequística de los ciudadanos no tiene por qué ser obligación de ningún Estado laico, aunque naturalmente debe respetarse el derecho de cada confesión a predicar y enseñar su doctrina a quienes lo deseen. Eso sí, fuera del horario escolar. De lo contrario, debería atenderse también la petición que hace unos meses formularon medio en broma medio en serio un grupo de agnósticos: a saber, que en cada misa dominical se reservasen diez minutos para que un científico explicara a los fieles la teoría de la evolución, el Big Bang o la historia de la Inquisición, por poner algunos ejemplos.
  5. Se ha discutido mucho la oportunidad de incluir alguna mención en el preámbulo de la venidera Constitución de Europa a las raíces cristianas de nuestra cultura. Dejando de lado la evidente cuestión de que ello podría entonces implicar la inclusión explícita de otras muchas raíces e influencias más o menos determinantes, dicha referencia plantearía interesantes paradojas. Porque la originalidad del cristianismo ha sido precisamente dar paso al vaciamiento secular de lo sagrado (el cristianismo como la religión para salir de las religiones, según ha explicado Marcel Gauchet), separando a Dios del César y a la fe de la legitimación estatal, es decir, ofreciendo cauce precisamente a la sociedad laica en la que hoy podemos ya vivir. De modo que si han de celebrarse las raíces cristianas de la Europa actual, deberíamos rendir homenaje a los antiguos cristianos que repudiaron los ídolos del Imperio y también a los agnósticos e incrédulos posteriores que combatieron al cristianismo convertido en nueva idolatría estatal. Quizá el asunto sea demasiado complicado para un simple preámbulo constitucional...

Coda y final: el combate por la sociedad laica no pretende sólo erradicar los pujos teocráticos de algunas confesiones religiosas, sino también los sectarismos identitarios de etnicismos, nacionalismos y cualquier otro que pretenda someter los derechos de la ciudadanía abstracta e igualitaria a un determinismo segregacionista. No es casualidad que en nuestras sociedades europeas deficientemente laicas (donde hay países que exigen determinada fe religiosa a sus reyes o privilegian los derechos de una iglesia frente a las demás) tenga Francia el Estado más consecuentemente laico y también el más unitario, tanto en su concepción de los servicios públicos como en la administración territorial. Por lo demás, la mejor conclusión teológica o ateológica que puede orientarnos sobre estos temas se la debo a Gonzalo Suárez: "Dios no existe, pero nos sueña. El Diablo tampoco existe, pero lo soñamos nosotros" (Acción-Ficción).

Copyright © 2004 Fernando Savater Se permite la reproducción de este texto por cualquier medio siempre que sea sin fines comerciales y esta nota se mantenga.

miércoles, 13 de febrero de 2008

¿CUÁNTO NOS CUESTA ESTA IGLESIA A LOS ESPAÑOLES? (2)


En un post anterior, hice ya el cálculo de cuánto nos costaba la Iglesia Católica a los españoles cada año.


La conclusión es que LA IGLESIA CATÓLICA PERCIBE ANUALMENTE UNA SUMA QUE RONDA LOS 5.000 MILLONES DE EUROS, CIFRA ELEVADÍSIMA LIBRE DE IMPUESTOS DADO QUE LA IGLESIA FINANCIERAMENTE ACTÚA COMO PARAÍSO FISCAL.


Cuando una cifra es tan elevada, normalmente pierde su verdera dimensión. Me veo obligado aquí, por debates mantenidos fuera del blog, a poner esta cifra en su justo lugar.



  1. La Iglesia Católica nos cuesta alrededor de medio punto de crecimiento económico anual.

  2. Es una cifra igual la que Naciones Unidas establece que sería necesaria para acabar con el SIDA en el mundo o la que dedica la UE a Investigación y Desarrollo en un año.

En fin, un dineral...


martes, 12 de febrero de 2008

"YES WE CAN"

Parecía que los discursos en política no son lo que eran, pero el candidato demócrata Barack Obama, pase lo que pase en estas primarias, va a ser recordado por este "sí, podemos" (yes, we can).
'Yes we can' se está convirtiendo en la banda sonora de los 'fans' de Obama. Ésas fueron las palabras que pronunció en un emotivo discurso en New Hampshire el pasado 8 de enero, tras perder las primarias de ese Estado frente a Hillary Clinton.

Will.i.am, líder del grupo afroamericano Black Eye Peas, escuchó emocionado a un candidato que en lugar de atacar a su rival tras perder en aquel Estado, lanzaba un discurso cargado de esperanza: "Sabemos que el camino será largo, pero recuerda que por muchos obstáculos que haya en el camino, nada puede frenar el poder de millones de voces que claman por el cambio". Y con esas palabras y el resto de aquel poderoso discurso, escribió la letra de una canción cuyo vídeo se colgó en YouTube hace apenas unos días pero que ya figura entre los más vistos de la Red con más de dos millones de visitas.
Este "sí, podemos" (yes, we can) que está devolviendo la ilusión a millones de americanos aunque también se está extendiendo como un reguero de pólvora por todo el mundo, como un verdadero himno de la "izquierda planetaria".

lunes, 11 de febrero de 2008

DEFENDER LA ALEGRÍA


Defensa de la alegría

Mario Benedetti

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.

viernes, 8 de febrero de 2008

¿CUÁNTO NOS CUESTA ESTA IGLESIA A LOS ESPAÑOLES?

Hasta hoy la Iglesia ha sido incapaz de cumplir el acuerdo suscrito en 1987 para financiarse sólo con la entrega del 0´5% de la cuota del IRPF de los contribuyentes que lo deseen, lo que nos ha costado a todos los españoles enormes cantidades de recursos.

Como resultado de los acuerdos de 1979 con la Santa Sede en 1980 el Estado Español, con el gobierno de Adolfo Suárez, entregó a la Iglesia una suma equivalente a 45 millones de euros. En 1990, con el gobierno de Felipe González, la cantidad entregada a la Iglesia ascendió a casi el doble: 86 millones de euros. En el año 2000, con el gobierno de Aznar, la cantidad entregada a la Iglesia Católica fue de 128 millones de euros. En 2006 fue de 144 millones de euros, y en 2007 de 150 millones de euros, por la reciente revisión al alza del porcentaje de IRPF entregado por este Gobierno (que se supone le tiene declarada la guerra a la Iglesia), que ha pasado a ser el 0´7%, aunque los obispos reclamaban el 0´8%.

Según el Ministerio de Hacienda la Conferencia Episcopal y la Iglesia perciben mucho más: 150 millones de euros de la dotación de IRPF; 3.200 millones de euros en subvenciones a colegios concertados; 517 millones para sueldos de profesor de religión; 90 millones a organizaciones sociales; 60 millones a hospitales e instituciones de beneficencia; 30 millones a capellanías castrenses en cárceles y cuarteles; 200 millones para el patrimonio inmobiliario y artístico; 60 millones para otras actuaciones en el ámbito urbano. A esto hay que añadir unos 750 millones de euros de ahorro por desembolsos fiscales no realizados: la Iglesia Católica española no paga el IVA porque así lo estipula el Acuerdo del Estado español con la Santa Sede. Las compras de objetos relacionados con el culto, desde obras de orfebrería hasta terrenos para la construcción de un templo, no pagan este impuesto. Eso por no hablar del valor incalculable de las innumerables cesiones de parcelas de terreno público que reciben, o de lo que nos cuesta a todos mantener un patrimonio cultural que, como propietarios, tienen el deber de mantener y no lo hacen, a pesar de estar más que demostrado que no es por falta de recursos (y lo peor es que seguro que se me pasa algo).

LA IGLESIA CATÓLICA PERCIBE ANUALMENTE UNA SUMA QUE RONDA LOS 5.000 MILLONES DE EUROS, CIFRA ELEVADÍSIMA LIBRE DE IMPUESTOS DADO QUE LA IGLESIA FINANCIERAMENTE ACTÚA COMO PARAÍSO FISCAL.

Es tan escandalosa esta situación, que hasta la Comisión Europea ha tenido que ordenar al Gobierno español para que elimine la exención del IVA de la que disfruta la Iglesia Católica. Orden que, por cierto este gobierno “ateo” y “filomasón” ha evitado cumplir.

Esto es desorbitado y, sin embargo, la Iglesia está haciendo circular un e-mail en el que defiende la peregrina idea de que esto no es nada comparado con el dinero que ahorra al estado. Dicho documento es falaz y engañoso, a propósito (Esto por cierto sería para ellos pecado, pero tratándose de dinero…): Cojamos lo que dicen, por ejemplo, de su valiosa aportación a la educación con 5.141 centros de enseñanza. Sin hacer una valoración de lo importante que es esta estrategia de adoctrinamiento precoz, para la propia Iglesia, deberían reconocer que sólo 2.300 son concertados. El resto, más de la mitad, son privados y sólo acceden a ellos las clases más privilegiadas de la sociedad, y lo mismo ocurre con los hospitales, la mayoría de ellos privados, etc…

Estos datos son tozudos y no dejan lugar a dudas, pero aunque se afanaran en intentar convencernos de que el poder económico de la Iglesia es beneficioso para la economía, no es de recibo que en un estado laico, aconfesional y moderno una única religión reciba PRIVILEGIOS muy por encima de las demás.

La religión debe formar parte sólo de la esfera privada de las personas. Tiene un valor importante en el desarrollo de las personas, pero debe desaparecer de la esfera pública par poder garantizar la convivencia de todos los que creen en algo diferente, o simplemente no creen.

He dicho.

ELLOS IRÁN A VOTAR, ¿Y TÚ?

">

martes, 5 de febrero de 2008

PEQUEÑO MANUAL DE DEBATE PARA POLÍTICOS DE IZQUIERDAS

O cómo se debe debatir con los conservadores
Basado en los trabajos de George Lakoff y el Rockridge Institute (“Think Tank” progresista de EE.UU.)

CUESTIONES BÁSICAS

  • Ten buen humor.

  • Ten buen talante.

  • Mantén la calma. Ellos ganan cuando consiguen que grites o que pierdas el control.

  • Mantén el tipo.

  • Actúa siempre a la ofensiva, nunca a la defensiva.

  • No te hagas la víctima. No refunfuñes. No te quejes. No supliques.

  • Un empate con dignidad es una victoria para nosotros.

EL DEBATE CIVILIZADO…

  • Muestra firmeza, calma, capacidad de razonar, realismo, amor a nuestra ciudad/región/país, conocimiento de los hechos fundamentales y una actitud que refleje que te consideras igual a los demás, no superior.
  • Empieza siempre hablando de los valores, preferentemente de los valores que todos compartimos. Intenta ganar la partida en el terreno de los valores.
  • Trata con respeto a los conservadores, cuando les des la réplica. Nadie te escuchará si no lo tratas con respeto. Sé honesto. Evita los golpes bajos.
  • Es posible que tu oponente utilice un lenguaje que quiere decir lo contrario de lo que dice, es decir, el llamado lenguaje orwelliano. Utiliza tú un lenguaje que describa con precisión lo que él está diciendo.
Por ejemplo: Cuando Pizarro dice que “hace falta un nuevo modelo de compensaciones y protección social, en el que recibiría más fondos quien fuera más productivo”, realmente está proponiendo “privatizar las pensiones”.
  • Cuando oigas el lenguaje orwelliano observa de dónde surge, porque es una guía para saber en qué son vulnerables.

EL DEBATE CON LA OPOSICIÓN…

  • No esperes convencer a los conservadores incondicionales.
  • Los conservadores han caricaturizado a los progresistas haciendo que parezcan débiles, irritados, intelectualmente flojos, poco patriotas, desinformados y elitistas. Que no creen un estereotipo tuyo en ninguno de esos sentidos.
  • Utiliza, si puedes, cuestiones polémicas, a modo de cuña. Casos en los que tu oponente traicionará alguna de sus creencias, diga lo que diga.

APRENDE A ENMARCAR

Los marcos las estructuras mentales con las que los seres humanos interpretamos la realidad (y con las que, a veces, nos inventamos la realidad). Como consecuencia de ello, conforman las metas que nos proponemos, los planes que hacemos, nuestra manera de actuar y aquello que cuenta como el resultado bueno o malo de nuestras acciones. Toda palabra evoca un marco.

Por ejemplo, cuando hablamos del estado del bienestar, esto evoca un determinado modo de entender las políticas públicas. Se puede decir que utilizar ese término encaja en un marco progresista.

  • Una vez que tu marco se acepta dentro del discurso, todo lo que dices es sencillamente sentido común.
  • Decir sólo la verdad, no funciona.
  • Pensar de modo diferente requiere hablar de modo diferente. Cuando hay que discutir con el adversario: no utilices su lenguaje.
  • Cuando negamos un marco, evocamos el marco.
  • Sé sincero. Utiliza marcos en los que realmente crees, basados en valores que realmente defiendes.
  • No te limites a negar las reivindicaciones de otras personas; REENMARCA. Los marcos prevalecen sobre los hechos. Los marcos de él se mantendrán y los hechos rebotarán. Reenmarca siempre.
  • No respondas nunca a una pregunta enmarcada desde el punto de vista de tu oponente. El estilo de discurso corriente requiere que contestes directamente a las preguntas que te han hecho. Eso es una trampa.
  • Es posible que un oponente no sea sincero cuando su verdadero objetivo no es el que dice. Hazle ver con educación cuál es ese objetivo, y después reenmarca.

EN CAMPAÑA

  • Una campaña política no es una campaña de marketing y el candidato no es un producto.
  • Huye de los montajes mediáticos. Si el juego está trucado de antemano, no te prestes al juego.
  • Empieza siempre hablando de los valores, preferentemente de los valores que todos compartimos. Intenta ganar la partida en el terreno de los valores: La gente no vota por sus intereses, vota por sus valores, por su identidad, por aquellos con los que se identifican.
  • Cuenta historias. Búscate una buena colección de historias que funcionen.

LA GUERRA CULTURAL

Esta es la estrategia neocon mundial. Es una guerra conducida con todo lo imaginable, excepto munición real, contra los progresistas, a los que nos retrata como una amenaza para las identidades culturales, religiosas y personales de los conservadores. Sin esta guerra cultural, los conservadores no pueden ganar. No es una situación de crispación pasajera, es una estrategia PERMANENTE.

  • Nuestra meta es unir a los ciudadanos entorno a unos valores. Los ideólogos de la derecha quieren dividir a la población mediante una fea guerra cultural. Nosotros ganamos con un discurso civilizado y una conversación abierta y respetuosa.
  • Evita los debates a gritos. Recuerda que la derecha radical plantea una guerra cultural y que los gritos son la forma de discurso de esa guerra. El discurso civilizado es la forma de discurso de la moral progresista. Obtienes una victoria cuando el discurso se convierte en discurso civilizado.

lunes, 4 de febrero de 2008

DECLARACIÓN DE LA MASONERÍA LIBERAL Y ADOGMÁTICA


La Gran Logia Simbólica Española, la Gran Logia Femenina de España y la Federación Española de El Derecho Humano, mostramos nuestra preocupación por las presiones que sufre la sociedad por parte de la jerarquía católica española, deseosa de generar una involución en los últimos avances en la igualdad de derechos cívicos que se han conquistado.

La Masonería española que representamos manifiesta su apoyo a todos los colectivos sociales que trabajan para conseguir que el Estado español sea realmente laico. Un Estado donde todos los ciudadanos y entidades, laicas, religiosas u otras, puedan disfrutar de los mismos derechos, deberes y oportunidades, y en el que la vida pública se desenvuelva dentro de un marco legal y operativo plenamente aconfesional.

Asimismo, reclamamos al Gobierno que se establezcan condiciones de igualdad para las distintas iglesias, y confesiones y, a su vez, que denuncie y no renueve el Concordato con el Vaticano con el fin de concluir con compromisos del Estado con una iglesia específica, en especial en cuanto a su financiación, y para que ninguna religión mantenga vínculos de dependencia e interferencia respecto a la organización del Estado como tal.

La sociedad española es lo suficientemente madura para liberarse de las ataduras que le impone un pasado de confluencia, cuando no de identificación entre Estado e Iglesia Católica. Por eso, como integrantes de la Masonería, respetuosa con todas las religiones y que tiene como uno de sus objetivos la armonía social entre todos los seres humanos, en libertad y respeto mutuo, entendemos que ha llegado el momento de superar definitivamente ese pasado en España y de llevar a cabo, por parte de los poderes públicos, la total laicidad del Estado para fortalecer la convivencia cívica y democrática, sin privilegios ni discriminaciones.
En Madrid a 28 de enero de 2008.

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GRAN LOGIA SIMBÓLICA ESPAÑOLA
GRAN LOGIA FEMENINA DE ESPAÑA
DERECHO HUMANO ESPAÑA